Papercuts

 

Guohuas o xilografías fueron la herramienta de propaganda artística mas prolífica producida durante la Revolución Cultural China. Grupos regionales de impresores y pintores crearon una iconografía pictórica del periodo Maoísta con impresiones que cubrían diferentes temas nacionales como la guerra contra el imperialismo, la defensa de la tierra y la subida de la clase obrera, memorabilia del presidente Mao, etc. Estos impresos fueron producidos de manera barata y a escala masiva, usando principalmente tres colores: negro, rojo y blanco. Artísticamente, estos impresos fueron influenciados por la tradición folclórica china pero ideológicamente fueron fijados a estrictos requerimientos políticos y propagandísticos.

Hoy estos impresos originales aparte de su valor documental son también objetos coleccionables particularmente para aquellos con un cierto gusto por la estética kitsch y la nostalgia. Actualmente, copias de estos pósters propagandísticos son reimpresos con tecnologías modernas y vendidos como falsificaciones antiguas. Para Barbarita Cardozo estos pósters parecen simbolizar un legado visual anacrónico de la revolución comunista china que se enfrenta en marcado contraste con una China actualmente inmersa en un capitalismo acelerado y un boom económico.

Ella ha utilizado impresiones falsas compradas en el mercado de las pulgas en Beijing para producir papeles cortados chinos tradicionales papeles cortados es un arte visual distintivo en la artesanía china y también una actividad tradicionalmente femenina. A pesar que Cardozo ha copiado el estilo visual de patrones chinos de estos papeles cortados, ella ha prostituido los pósters con logos centrales de algunas de las marcas más famosas como Gucci, Channel, Dior, Prada y Louis Vuitton. Con esto ella nos presenta ante una doble reflección: primero, ella llama nuestra atención a esas marcas famosas desconocidas en China hace veinte años pero las cuales actualmente han empezado a ser gancho de los consumidores urbanos chinos; y segundo, ella apunta el hecho paradójico que China es el mayor centro de la falsificación de bienes de marcas de moda Europeas y americanas.

Uno de estos cortes fue hecho en un impreso originalmente titulado Great Country Wide Land, We Can Do What We Want apareciendo un grupo de estudiantes marchando cuesta abajo en el campo, cargando herramientas campesinas, bandera roja y el libro Maoísta, con la figura de éste arriba mostrándolo como el guía espiritual de los estudiantes. Pero lo que realmente se destaca, visualmente, es el logo emblemático de Louis Vuitton leíble casi como una alegoría de una estampa religiosa.

Cardozo emana gran habilidad artesanal al dominar el arte chino de los papeles cortados lo que hace eco a la asunción de Richard Sennett en The Craftsdman que no solamente “hacer es pensar” pero que también la artesanía no necesita ser reinventada, necesita ser reconocida. Los papeles cortados de Cardozo deben ser entendidos de alguna manera como un comentario irónico, en tiempos de crisis, de nuestro nómico modelo de consumo de la moda no solamente en China sino en cualquier otro lugar.

Ramiro Camelo
2008

 

 

Guohuas or woodblock prints were the most prolific propaganda art tool produced during the Chinese Cultural Revolution. Regional groups of printmakers and painters created a pictorial iconography of the Maoist period with prints covering different nationalistic themes such as fight against imperialism, defence of the land and the rise of the working class, chairman Mao memorabilia, etc. They were produced cheaply and on massive scale, using mainly three colours: black, red and white. Artistically, these prints were influenced by the Chinese folk tradition but ideologically they adhered to strict political and propaganda requirements.

Today those original prints apart from their documental value are also collector’s items particularly to those with a certain taste for kitsch aesthetics and nostalgia. Nowadays, copies of propaganda posters are reprinted with modern technologies and sold as ‘fake antiques’. For Barbarita Cardozo those posters seem to symbolise an anachronistic visual legacy of the Chinese communist revolution that stands in stark contrast with a China now immersed in an accelerated capitalistic and economic boom.

She has used fake period propaganda prints bought in Beijing’s flea market to produce traditional Chinese paper cutspaper cut is a very distinctive visual art in Chinese handicrafts and also a traditionally female activity. Although Cardozo has copied the visual style of Chinese paper cut patterns, she has ‘pimped out’ the posters with central motive logos of some of most famous major fashion labels such as Gucci, Channel, Dior, Prada and Louis Vuitton. With this she present us with a double reflection: firstly, she calls our attention to those labels unfamiliar in China twenty years ago but which nowadays have become staples of Chinese urban consumers; and secondly, she points out the paradoxical fact that China is also the biggest centre of counterfeiting goods of those very well-known American and European fashion brands.

One of this cut outs was made on a print originally entitled Great Country Wide Land, We Can Do What We Want featuring a group of students marching down on the country side, holding peasant tools, red flags and Mao bookswhose figure at the top show him as the students’ spiritual guide.  But what truly stands out, visually, is Louis Vuitton’s emblematic logo readable almost as an allegory of a religious stamp.

Cardozo exudes enormous craftsmanship mastering the art of Chinese paper cutting which echoes Richard Sennett’s assumption in The Craftsman that not only that «making is thinking» but also that craft does not need to be reinvented, it needs to be recognised. Cardozo’s paper cuts ought to be somewhat understood as an ironic commentary, at a time of crisis, of our gnomic model of consumption of fashion not only in China but everywhere else.

Ramiro Camelo
2008